miércoles, 7 de noviembre de 2012

PLAZA DE TAMARÁ - MONUMENTO HISTÓRICO


                        PLAZA DE TAMARÁ – MONUMENTO HISTÓRICO
      En el hermoso mirador de Tras de iglesia, contemplando un maravilloso crepúsculo de Octubre , las nubes se veían doradas en tono muy particular. Las nubes negras que se les veía venir y el presagio, que mañana llovería, con insatisfacción porque estas lluvias muy tempranas  traen un mal año. El mirador saluda a los tamarinos, en el lugar donde se encuentren, de igual manera a los yauyinos y connacionales. Esta vez escuchando los comentarios de varias personas en base  a un dialogo en día anterior. 
      IDENTIDAD se refiere al conjunto de rasgos propios de una persona o una comunidad, por tanto a Tamará le identifica sus pobladores, su historia, sus costumbres, sus construcciones. Sus rasgos físicos y  sicológicos de nuestro pueblo. A Tamará le identifica, sus pobladores, su hermosa plaza con sus construcciones de siglos pasados, su local comunal, su  templo  y campanario de material noble pero respetando sus formas de ayer, ahora un palacio municipal que da muestras de modernidad, al igual un edificio particular en el portal, de tres y cuatro pisos.  Aun reconociendo los beneficios de la modernidad, debería ponerse un alto a este tipo de construcciones en la plaza de Tamará, porque es uno de los principales lugares del pueblo que da identidad a Tamará, que le identifica: el local de la sociedad central de Tamará, su carceleta y antiguo local comunal. En cuyo segundo piso funcionaba como local escolar de niños, al lado en la esquina este el local de dos pisos –escuela de niñas-.  En estos locales múltiples historias de nuestros padres y abuelos, deben quedar como edificios imperecederos a  través de la historia de nuestro pueblo, es la identidad de Tamará, así como le identifica también su maíz, incomparable por su suavidad y dulzura. Llegó a los oídos del MIRADOR  por comentarios saludables, como dos personas de tercera edad dialogaban acerca de aquellos locales, la forma de ellos, dentro de sus particularidades ponían énfasis el gran esfuerzo desplegado por aquellos hijos tamarinos de esos entonces, para trasladar materiales desde el puerto del Callao hasta Tamará, teniendo en cuenta que venía las maderas  y calaminas hasta el puerto de Bujama, de allí pónganse a pensar en cuantas jornadas llegaron a destino, cansados y sudorosos los comuneros dando su máximo esfuerzo físico,  indesmayables, listos animosos para las siguientes  agotantes tareas, sin dar importancia al desánimo, con la idea puesta en mejorar el aspecto de su plaza y sentar las bases para desterrar la ignorancia, mediante locales escolares que bien merecían sus hijos, lo mismo las mayoralas preparando los alimentos durante el trayecto, así ellos lograron su objetivo de dejarnos una muestra de su ímpetu y fortaleza de espíritu  y fuerza física para heredarnos  algo que nos repite y repetirá que nada es imposible cuando hay voluntad y decisión en la vida. Decían: que debería ser considerado como un MONUMENTO HISTÓRICO que perennice los esfuerzos de nuestros antepasados. Dichos edificios deberían ser  restaurados y darle la atención necesaria que en absoluto descuide  sus rasgos originales, y que en adelante podrían ser de utilidad pública en lo que concierne a tareas culturales, como museo, biblioteca, internet, a puerta abierta y servicio de la comunidad y sobre todo de la niñez. En cuanto a los propietarios de cuyas fachadas dan a  la plaza se les pediría que respeten las facciones, colaboren así con nuestra plaza tamarina y que en lo posible y de preferencia respeten las formas de sus fachadas que dan identidad a nuestra Plaza, ahora tan bien adornada con su glorieta.
     El mirador se despide, pidiendo a lo pueblos respeten su identidad.