PLAZA DE TAMARÁ – MONUMENTO
HISTÓRICO
En el hermoso mirador de Tras de iglesia,
contemplando un maravilloso crepúsculo de Octubre , las nubes se veían doradas
en tono muy particular. Las nubes negras que se les veía venir y el presagio,
que mañana llovería, con insatisfacción porque estas lluvias muy tempranas traen un mal año. El mirador saluda a los
tamarinos, en el lugar donde se encuentren, de igual manera a los yauyinos y
connacionales. Esta vez escuchando los comentarios de varias personas en
base a un dialogo en día anterior.
IDENTIDAD se refiere
al conjunto de rasgos propios de una persona o una comunidad, por tanto a
Tamará le identifica sus pobladores, su historia, sus costumbres, sus
construcciones. Sus rasgos físicos y sicológicos de nuestro pueblo. A Tamará le identifica,
sus pobladores, su hermosa plaza con sus construcciones de siglos pasados, su
local comunal, su templo y campanario de material noble pero respetando
sus formas de ayer, ahora un palacio municipal que da muestras de modernidad,
al igual un edificio particular en el portal, de tres y cuatro pisos. Aun reconociendo los beneficios de la
modernidad, debería ponerse un alto a este tipo de construcciones en la plaza
de Tamará, porque es uno de los principales lugares del pueblo que da identidad
a Tamará, que le identifica: el local de la sociedad central de Tamará, su
carceleta y antiguo local comunal. En cuyo segundo piso funcionaba como local
escolar de niños, al lado en la esquina este el local de dos pisos –escuela de
niñas-. En estos locales múltiples
historias de nuestros padres y abuelos, deben quedar como edificios
imperecederos a través de la historia de
nuestro pueblo, es la identidad de Tamará, así como le identifica también su
maíz, incomparable por su suavidad y dulzura. Llegó a los oídos del MIRADOR por comentarios saludables, como dos personas
de tercera edad dialogaban acerca de aquellos locales, la forma de ellos,
dentro de sus particularidades ponían énfasis el gran esfuerzo desplegado por
aquellos hijos tamarinos de esos entonces, para trasladar materiales desde el
puerto del Callao hasta Tamará, teniendo en cuenta que venía las maderas y calaminas hasta el puerto de Bujama, de
allí pónganse a pensar en cuantas jornadas llegaron a destino, cansados y
sudorosos los comuneros dando su máximo esfuerzo físico, indesmayables, listos animosos para las
siguientes agotantes tareas, sin dar
importancia al desánimo, con la idea puesta en mejorar el aspecto de su plaza y
sentar las bases para desterrar la ignorancia, mediante locales escolares que
bien merecían sus hijos, lo mismo las mayoralas preparando los alimentos
durante el trayecto, así ellos lograron su objetivo de dejarnos una muestra de
su ímpetu y fortaleza de espíritu y
fuerza física para heredarnos algo que
nos repite y repetirá que nada es imposible cuando hay voluntad y decisión en
la vida. Decían: que debería ser considerado como un MONUMENTO HISTÓRICO que
perennice los esfuerzos de nuestros antepasados. Dichos edificios deberían
ser restaurados y darle la atención
necesaria que en absoluto descuide sus
rasgos originales, y que en adelante podrían ser de utilidad pública en lo que
concierne a tareas culturales, como museo, biblioteca, internet, a puerta
abierta y servicio de la comunidad y sobre todo de la niñez. En cuanto a los
propietarios de cuyas fachadas dan a la
plaza se les pediría que respeten las facciones, colaboren así con nuestra
plaza tamarina y que en lo posible y de preferencia respeten las formas de sus
fachadas que dan identidad a nuestra Plaza, ahora tan bien adornada con su
glorieta.
El mirador se
despide, pidiendo a lo pueblos respeten su identidad.