COFOPRI EN TAMARÁ
Saludos del mirador desde el
pueblo de Tamará, en medio de los hijos tamarinos, para toda la cuenca del río
Omas, a carros llenos iban llegando al pueblo natal después de viajar por el valle cuyos numerosos y variados árboles frutales dadivosos
ofrecían el fruto esperado, bellos,
hermosos, maduros, aptos para placer del gusto humano, también los pintorescos
hurangos y verdes cañaverales.
Cinco de Octubre del
presente año, ¿Alguna fiesta? No, COFOPRI
en su labor de formalización de la propiedad urbana, se hacía presente
los días 6,7,8,9 de Octubre, 2012; también en omas, Pilas, Ayavirí, Huampará, por ello el agradable
reencuentro. COFOPRI con sus
limitaciones, entre ellas la no concordancia de los mapas que indicaban las calles y límites de las propiedades
con medidas a veces demás y otras de menos, señalando límites fantasmas donde n o existían
etc. algún empleado demasiado pegado a la letra. La ley es la ley y estamos obligados
a respetarla como tal, pero los que la elaboran deberían conocer más la
realidad para darlas. En Tamará, la palabra dada aún no pierde su valor, de
manera que hay propiedades cuyos colindantes
es suficiente un par de piedras como signo de límite, por el simple uso
no son capaces de construir por ejemplo en un pasaje, en su gran mayoría son
respetuosos de lo ajeno, raras son las personas que incurren en estas faltas
que son mal vistas por los compoblanos y basta un juez de paz del pueblo si surge algún problema, ante
esta realidad un mapa mal elaborado simplemente ocasionó un caos, que necesidad
tengo de poner un muro en mi patio si mi vecino y yo respetamos nuestros
límites que hasta podría ser corroborado por el juez o el Alcalde, dando
medidas; el bendito mapa viene con un dato discordante, y el empadronador no da
curso al registro porque en el mapa no están los límites, ¿ No bastaría que los
dos vecinos estén de acuerdo y que aporten una rectificación al plano? Lamentablemente
hubo muchos casos de diferentes tipos, largos de enumerar que podrían haber tenido arreglo sin faltar a
la ley. Por tales motivos muchos no cumplieron y quedó la promesa de volver, ojalá rectifiquen los planos; pero sería bueno
de estos trabajos de campo traer sugerencias y sin faltar a la ley buscar
soluciones a favor del poblador.
Todo tamarino recordó su infancia, ahora
muchos ancianos, comiendo y durmiendo en
la misma casa, bajo el mismo techo recordando hasta con lágrimas a su padres
abuelos, las vivencias del ayer, recordando a tanta gente buena que vivió en el
pueblo. En el mirador de tras de Iglesia, de la glorieta en agradable frío del atardecer y entrada la noche,
o en las mañanitas venía el recuerdo en grupo de amigos, las ocurrencias del ayer,
repasando las historias, sus diversiones, sus fiestas etc. hasta en los
momentos de trabajo, siempre con la ayuda del uno al otro en todo lo posible.
Van mis felicitaciones, a las autoridades del pueblo por sus esfuerzos, por las asambleas convocadas, donde se tocaron
temas importantes, queda en cada tamarino el reto, que hay mucho por hacer.
El mirador al despedirse
recuerda: El hombre propone y Dios dispone: San Lorenzo Tamará, visitado en
medio de felicidad y el contento, madre
tierra que nos da todo su amor, para
complacencia de todos sus hijos, gozando bajo el cielo tamarino que nos vio
nacer y crecer.